Y hoy quisiera Señora poder vestirte, como cuando visto mi Consolación, la que sana y cura las heridas de mi alma, déjame vestirte Madre, como cuando acaricio las manos de mi Rosario, déjame vestirte como en los momentos de Soledad en las clausuras jerónimas, como en la Amargura radiante de tu Divina Comendadora. Déjame vestirte con la elegancia de un río Darro que llora ante tus Maravillas, y con la majestad de la Alhambra que se arrodilla por tus Dolores.

Déjame vestirte y adornar tu Dulce Nombre, déjame resaltar con la gracia que Dios me dio el brillo de tu Estrella Albaycinera y la candidez de la que se hace Novia en el Realejo. Déjame vestirte Madre, y que alivie con mi ternura tu Mayor Dolor, tu Amargura entre olivos del Santo Reino, y resalte la elegancia de mi Reina Accitana. Déjame vestirte de Salud y Esperanza, para recibir a los que se fueron, y ahora viven en mi alma.

De la II exaltación mariana a la Purísima Concepción – Patrona de Talará

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viernes, 7 de diciembre de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS - BESAMANOS INMACULISTA

El pasado día 6 de Diciembre de 2012 la Hermandad del Rosario celebraba su anual Besamano de reglas a Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. La Reina del Miércoles Santo granadino se presentaba en un sencillo pero regio altar de cultos que exaltaba la hermosura de la bella Rosa de Santo Domingo. 

En esta ocasión la Capitana del Realejo fue vestida con su espléndido manto de salida de los talleres de García y Poó de Sevilla, y una de sus sayas de Procesión. Enmarcaba el rostro de la Señora un factuoso encaje de Bruselas, de duquesa, con un tocado clásico propio del estilo de esta Imagen, y sobre su cabeza la corona de plata sobredorada de salida de los talleres de Villareal. En su pecho la daga de plata de Hermanos Delgado que le donara su Grupo Joven y en su mano izquierda una hermosa rosa de plata de ley donada por un hermano de esta corporación. 

Diversas joyas de oro exornaban el pecherín de la Dolorosa dominica, entre ellas su nombre en oro y esmeraldas y una cruz pectoral. Cinco rosarios completaban esta vestimenta de Reina, en alusión a los cinco Misterios Dolorosos del Rosario de Nuestra Señora, entre ellos el de oro que portaba en su mano izquierda, el de turquesas y oro que le regalo su Hermandad, o el cristal de swarovski que se le trajo del Vaticano. Ceñido a su cintura lucía fajín de general con diversas condecoraciones militares entre las que destacaban la de la Armada Española.


Multitud de fieles pasaron por Santo Domingo en esta hermosa jornada del 6 de Diciembre, que quisieron depositar su beso en la mano de Nuestra Madre del Rosario, para agradecerle de esta forma tantos favores que de su mano recibimos. Un año más el Realejo se hizo mar, y sus olas rompían ante la espadaña de la vieja iglesia dominica, reclamando a su Reina que volverá a navegar por Granada en su buque el próximo Miércoles Santo.










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