Y hoy quisiera Señora poder vestirte, como cuando visto mi Consolación, la que sana y cura las heridas de mi alma, déjame vestirte Madre, como cuando acaricio las manos de mi Rosario, déjame vestirte como en los momentos de Soledad en las clausuras jerónimas, como en la Amargura radiante de tu Divina Comendadora. Déjame vestirte con la elegancia de un río Darro que llora ante tus Maravillas, y con la majestad de la Alhambra que se arrodilla por tus Dolores.

Déjame vestirte y adornar tu Dulce Nombre, déjame resaltar con la gracia que Dios me dio el brillo de tu Estrella Albaycinera y la candidez de la que se hace Novia en el Realejo. Déjame vestirte Madre, y que alivie con mi ternura tu Mayor Dolor, tu Amargura entre olivos del Santo Reino, y resalte la elegancia de mi Reina Accitana. Déjame vestirte de Salud y Esperanza, para recibir a los que se fueron, y ahora viven en mi alma.

De la II exaltación mariana a la Purísima Concepción – Patrona de Talará

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domingo, 3 de febrero de 2013

REINA DE LA AMARGURA DE JAÉN PARA SU SEPTENARIO DE 2013

 Del pasado domingo 2 de febrero al sábado 9 se ha venido celebrando en la ciudad de Jaén el Septenario doloroso a María Santísima de la Amargura, Madre de la Iglesia, en su Parroquia del Salvador. 

La Sagrada Imagen de Nuestra Señora era presentada en un sencillo y elegante altar de cultos en el que la Reina de Jaén destacaba sobre el fondo rojo del dosel de cultos.

La Virgen se vistió para estos cultos de 2013 con la saya de terciopelo azul con bordados del siglo XVIII pasados a nuevo terciopelo por el hermano de la Cofradía Juan Armenteros, y manto negro de terciopelo de algodón. Para el tocado se usó una hermosa randa de tul bordado en hojilla de oro del siglo XVIII, con dos vueltas en su pecherín, una de ellas recta, y un rostrillo de tablas redondeadas que enmarcaba el rostro más delicado de la ciudad de Jaén. 

En el centro de su pecherín un corazón de plata traspasado por siete espadas, símbolo de los Siete Dolores de la Amargura de María. 
Por debajo de su pecherín lucía la Venera de Jaén de don Miguel Sánchez de Alcázar. Ceñido a su cintura fajín del General Bejarano con diversas condecoraciones militares y de la Policía Local de Jaén. 

En su mano derecha sostenía un pañuelo de encaje de Malta y un rosario de azabaches y plata de ley y, en su mano izquierda, otro rosario negro de azabaches y filigrana de plata, así como en su manga un tercer rosario de cristal y plata, como es característico de esta Imagen que siempre porte tres rosarios en la mayoría de sus vestimentas. Sobre su cabeza su hermosa corona de alpaca plateada de salida con la que fue coronada litúrgicamente, salida del taller de Ramón León de Sevilla y recién restaurada y plateada.
Es de destacar el numeroso público que asiste a estos cultos en honor de la Reina de la Amargura, una de las imágenes más bellas y con más devoción de toda la ciudad, procecende de la ciudad de Granada y que concentra todo el amor y la devoción del barrio y feligresía del Salvador, siendo Protectora de la Policía Local y Madrina de la Escuela taurina de la ciudad de Jaén.




Reportaje fotográfico de Carolina Fernández Herrera

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