Y hoy quisiera Señora poder vestirte, como cuando visto mi Consolación, la que sana y cura las heridas de mi alma, déjame vestirte Madre, como cuando acaricio las manos de mi Rosario, déjame vestirte como en los momentos de Soledad en las clausuras jerónimas, como en la Amargura radiante de tu Divina Comendadora. Déjame vestirte con la elegancia de un río Darro que llora ante tus Maravillas, y con la majestad de la Alhambra que se arrodilla por tus Dolores.

Déjame vestirte y adornar tu Dulce Nombre, déjame resaltar con la gracia que Dios me dio el brillo de tu Estrella Albaycinera y la candidez de la que se hace Novia en el Realejo. Déjame vestirte Madre, y que alivie con mi ternura tu Mayor Dolor, tu Amargura entre olivos del Santo Reino, y resalte la elegancia de mi Reina Accitana. Déjame vestirte de Salud y Esperanza, para recibir a los que se fueron, y ahora viven en mi alma.

De la II exaltación mariana a la Purísima Concepción – Patrona de Talará

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jueves, 5 de julio de 2012

MARÍA SANTÍSIMA DE LAS MARAVILLAS - TIEMPO ORDINARIO

La Reina de San Pedro y San Pablo viste de blanco en los meses estivales. Llena de juventud y de limpia hermosura, la Señora del Darro viste el blanco inmaculado en los meses de verano, una estampa que podremos disfrutar hasta el 10 de septiembre, onomástica de "María Santísima de las Maravillas". Con saya blanca de brocado de plata y manto blanco de terciopelo de algodón con concha de plata en su filo, fue vestida para el verano la Titular mariana de la Hermandad de las Maravillas, a la que da nombre.
Un clásico tocado de tul bordado en plata de tres vueltas en el rostrillo y cuatro en el pecherín, exornan el bello y finísimo rostro de la joya de San Pedro, la bellísima Dolorosa del Domingo de Ramos granadino, atribuida al Círculo de Pedro de Mena, que representa una de las imágenes más personales y elegantes de la Semana Santa granadina. 

Su característico y personalísimo giro e inclinación de cabeza hacia el lado derecho, cual si mirara el pañuelo en el que recoge las lágrimas de sus cándidas mejillas, la hacen una imagen singular y la dotan de una gran fuerza expresiva. 


Un dolor ensimismado propio de la Escuela granadina, y a su vez con gran carga expresiva en el gesto de dolor de sus arqueados ojos azules y de su fina y afilada nariz femenina. La Virgen parece contemplar con resignación el pañuelo en el que concentra todo el dolor de una Madre que escucha la "sentencia" a muerte del Hijo de sus entrañas. Una imagen que llega a plenitud en su paso de palio, cuando cada Domingo de Ramos baja la calle más hermosa de toda Granada dejando extasiados a los granadinos con su belleza sublime y su elegancia portentosa. Sobre su cabeza una hermosa corona de plata de ley del siglo XVII. 

En su mano derecha porta un pañuelo de seda y en la izquierda un rosario de nácar y filigrana de plata de ley. Un segundo rosario de cristal y plata y dos alhajas, una antigua en el pecho de talcos, y otra en forma de estrella de plata y circonitas en su corpiño, completan esta vestimenta de la Dolorosa del palio cajón de Granada, muy querida en su Parroquia de San Pedro y por todos los cofrades granadinos.

Este reportaje nos llega también de la mano del jóven cofrade granadino Sergio Martín López, hermano de la Hermandad del Santísimo Cristo de San Agustín de Granada, y de las Hermandades del Rosario y Escolapios.






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