Y hoy quisiera Señora poder vestirte, como cuando visto mi Consolación, la que sana y cura las heridas de mi alma, déjame vestirte Madre, como cuando acaricio las manos de mi Rosario, déjame vestirte como en los momentos de Soledad en las clausuras jerónimas, como en la Amargura radiante de tu Divina Comendadora. Déjame vestirte con la elegancia de un río Darro que llora ante tus Maravillas, y con la majestad de la Alhambra que se arrodilla por tus Dolores.

Déjame vestirte y adornar tu Dulce Nombre, déjame resaltar con la gracia que Dios me dio el brillo de tu Estrella Albaycinera y la candidez de la que se hace Novia en el Realejo. Déjame vestirte Madre, y que alivie con mi ternura tu Mayor Dolor, tu Amargura entre olivos del Santo Reino, y resalte la elegancia de mi Reina Accitana. Déjame vestirte de Salud y Esperanza, para recibir a los que se fueron, y ahora viven en mi alma.

De la II exaltación mariana a la Purísima Concepción – Patrona de Talará

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sábado, 9 de febrero de 2013

BESAMANOS A MARÍA STMA. DE LA AMARGURA DE JAÉN (9 Y 10 DE FEBRERO DE 2013)

 Durante este fin de semana se ha celebrado en la Parroquia del Salvador de la ciudad de Jaén el tradicional besamanos a María Santísima de la Amargura, en unas frías pero intensas jornadas de auténtico fervor mariano, en las que toda la ciudad así como numerosos cofrades de toda Andalucía han querido depositar en la mano derecha de la Reina del Lunes Santo jienense su ofrenda en forma de beso.


Para tan solemne ocasión la Señora del Salvador estrenaba una espléndida saya  de tisú de plata con bordados del siglo XIX procedentes de diversas prendas litúrgicas, con motivos eucarísticos, cuyos bordados han sido pasados por Juan Armenteros, quien ha completado esta espléndida pieza de bordado.

 Manto granate de terciopelo de algodón recogido en su cintura a pliegues y, sobre él, toca de sobremanto bordada en oro sobre malla por José María Francés Morillas. Sobre su cabeza su hermosa corona de salida de Ramón León de Sevilla recién restaurada, engalanada con una gargantilla de oro, esmeraldas y zafiros.

Un clásico tocado de encaje de Bruselas del siglo XIX enmarcaba el bello rostro de dolor de la Señora del Lunes Santo, con cuatro vueltas en su pecherín y tres en su rostrillo. En su pecho una hermosa daga de plata de ley y amatistas de Emilio Méndez, así como diversas joyas de gran valor, entre ellas una cruz pectoral de cristal de roca, corales y oro, un ramillete de rosas de oro y marfil, un broche de oro y esmeraldas y su carcterística amatista montada en oro blanco y brillantes. Debajo de su pecherín lucía la Venera de la ciudad de Jaén de don Miguel Sánchez de Alcázar, así como su espléndida gargantilla de brillantes y rubíes.
Ceñía su cintura el fajín del General Bejarano, engalanado con diversas condecoraciones militares y broches de gran valor, entre ellos un estoque de oro y un capote de oro y rubíes, por su vinculación a los toreros de Jaén, y una cruz de oro y esmeraldas. Su mano izquierda sostenía un hermoso pañuelo de encaje de Bruselas y un rosario trinitario de filigrana de plata sobredorada que estrenaba para esta ocasión, así como un rosario de coral y plata sobredorada. Su mano derecha, ofrecida a veneración, portaba en su manga un tercer rosario de cristal.



El bello rostro de María Santísima de la Amargura, que concentra toda la magnificencia de la Escuela Granadina de "Los Mora", encandiló una vez más a todos los cofrades jienenses y de otros lugares de la geografía andaluza que no quisieron perder la oportunidad de poder besar, un año más, a La que es la Madre de sus corazones y la Consolación de sus aflicciones.



Numeroso fieles depositaron su beso en la mano purísima de tan Soberana Madre, en dos jornadas espléndidas de auténtico sabor cofrade, que llenaron de devoción mariana la precuaresma jienense de la que Ella es sin duda la Gran Protagonista.



Con el solemne y devoto besamanos y la Función Principal de Instituto culminaban los cultos en honor de la Reina de la Amargura que cada año le dedica su Hermandad a su Amantísima Titular.




Míranos Virgen Santísima,
míranos Madre de amor,
míranos que tu mirada
nos dará la salvación.




 
Reportaje fotográfico de Carolina Fernández Herrera.

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