Un año más la Señora del Salvador viste de blanco inmaculado en el tiempo litúrgico de la Pascua, en el que la Iglesia celebra la Resurrección del Señor.
María Santísima de la Amargura, Madre de la Iglesia de Jaén, viste saya de tisú de plata con bordados de aplicación de los talleres de su Hermandad y manto blanco de terciopelo de algodón con toca de sobremanto con bordados en oro, también salida del taller de su Hermandad.
Un clásico rostrillo de dos vueltas de encaje asimétrico del siglo XIX orla el bello rostro de la Reina de la Amargura, con pecherín de tres vueltas del mismo encaje. Sobre su cabeza el resplandor de plata sobredorada del taller de
orfebrería de Ramón León de Sevilla. En su mano derecha sostiene un
hermoso pañuelo de fino encaje de bolillo y en su mano izquierda un
rosario de cristal y plata sobredorada.
La Señora porta en su pecho una
hermosa cruz pectoral de plata de ley con incrustaciones de marfil,
amatistas y marquesitas, donada por un grupo de hermanos, y un broche de
circonitas que la sostiene.
Ceñido a su cintura el fajín morado de don Miguel Sánchez de Alcázar, ex-alcalde de Jaén, así como la Venera de plata de Jaén que él mismo le regaló y que la Señora luce durante todo el año.
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